16 124 897 livres à l’intérieur 175 langues
2 047 051 livres numériques à l’intérieur 101 langues
Cela ne vous convient pas ? Aucun souci à se faire ! Vous pouvez renvoyer le produit dans les 30 jours
Impossible de faire fausse route avec un bon d’achat. Le destinataire du cadeau peut choisir ce qu'il veut parmi notre sélection.
Politique de retour sous 30 jours
Daniel Lelong conoció a Alexander Calder en 1961, cuando trabajaba con Aimé Maeght en la creación del museo que se convertiría en la Fundación Marguerite y Aimé Maeght en Aix-en-Provence. Fue el primer artista con el que tuvo contacto y su relación con Calder duraría hasta la muerte del escultor en 1977. Durante estos años, Lelong tuvo la oportunidad de conocer a Alenxader Calder en su faceta más íntima y desenfadadaùCalder era poco ceremonioso por naturaleza, sociable y extrovertidoùasí como de ver cómo trabajaba en sus distintas facetas creativas, la de pintor, escultor e inventor de objetos que poblaban los espacios de sus casas en Francia y Estados Unidos. El texto de Lelong abre una ventana al lector por la que tendrá ocasión de observar a Calder en un día de trabajo, celebrando su cumpleaños con amigos o respondiendo con una negativa irónica a una invitación del presidente de los Estados Unidos